Cada vez más, el mercado acoge innovadoras propuestas de bebidas refrigeradas de café y leche de los principales operadores del sector lácteo, las llamadas bebidas “Caffè Latte”, en diversas tipologías de presentaciones a nivel de packaging. El tipo de packaging más predominante para este tipo de bebidas es el que se presenta con un vaso preformado, tapa de aluminio y sobretapa de plástico.

Lo recomendable para este tipo de bebidas es trabajar con una esterilización tanto de vasos como de tapas para darle una vida útil al producto más duradera y evitar posibles contaminaciones, independientemente que el producto esté dentro de la cadena de frío. En general, este tipo de producto es embotellado directamente en industrias lácteas, donde a menudo hay un clima cálido y húmedo, en el que hay que tener la capacidad para controlar los gérmenes que pueden prosperar. Es por este motivo que las máquinas de envasado deben mantener estas condiciones del ambiente de la sala de producción fuera de la máquina, optando por una tecnología de máquina cerrada y que permita tener una circulación de aire estéril sobrepresurizado.

Nuestra representada WALDNER Dosomat tiene mucha experiencia en este tipo de producto, tanto con máquinas rotativas FS como con máquinas multilineales FS. Ambas tipologías de máquina se conciben en versión Ultra-Clean.

En detalle, proyectamos lo que se conoce como sistema de flujo laminar, que se aloja en una cabina de aire purificado. Hay aire estéril ligeramente sobrepresurizado en la cabina para garantizar un ambiente esterilizado. En esta máquina también se incorporan medidas de higiene adicionales: los propios vasos se esterilizan internamente con peróxido de hidrógeno (H2O2), mientras que las tapas de aluminio de los vasos se esterilizan con luz ultravioleta con una longitud de onda de 100–280 nm (UV-C).

Se usa H202 para los vasos para poder esterilizar de forma segura diferentes materiales de vasos, incluso vasos de cartón, que se utilizan cada vez más por motivos de sostenibilidad medioambiental. Esto proporciona una flexibilidad óptima en términos de materiales de vasos para cada cliente. Este tipo de producto, el Caffè Latte, envasado en estas condiciones, tiene una vida útil de hasta 40 días en cadena de frío.

Un punto que consideramos vital es la monitorización constante del peso de los vasos. Cualquier sobredosificación de producto en el vaso supondrá pérdida de dinero para el fabricante y dosificar por debajo del peso que indica la etiqueta puede acarrear problemas legales. La etiqueta si indica un volumen de 200ml, debe contener 200ml, ni más ni menos. Por lo que trabajar con dosificadores muy precisos en la dosificación es la clave. Para ello, WALDNER Dosomat utiliza la tecnología servomotorizada para tener un control exhaustivo en cada movimiento de los pistones del dosificador.

Apostar por la tecnología correcta significa seguridad y ahorro para el fabricante embotellador.